Ocho personas escriben una pregunta con barras de achiote sobre un muro de Mérida. Partindo de la invitación de Proyecto | Y para hacer una intervención de sitio específico en Mérida, la acción “La Ciudad” es una colaboración entre Marilá Dardot y artistas estudiantes de la UNAY: Ximena Carrillo Andrade, Maximiliano Castañón, Juan José Cardeña Ayala, Alan Toloza, Edith Camila Nuñez Navarro, Ana Victoria Arcique Ku y Benjamin Ceja Ávila.
El achiote formaba parte de las expresiones culturales de los pueblos prehispánicos, era considerado una planta sagrada, y su color lo relacionaban con la sangre. Los mayas lo utilizaban como especia y para colorear el cuerpo en ritos religiosos.
Mérida es descrita en muchos sitios turísticos como una ciudad colonial, segura y limpia: la “Ciudad Blanca”. La expresión es comúnmente utilizada y justificada por el color de sus edificios hechos con piedra caliza, edificaciones levantadas por los españoles sobre las ruinas de los templos mayas. Otra versión indica que, durante la época de la colonia y el Porfiriato, en Mérida vivían los hacendados y poderosos hombres de negocios que consistían en la gente de piel blanca; esta clase social vivía en enormes residencias en el centro, y los pueblos originarios eran relegados a las afueras de la ciudad. Aunque solo restan tres de los arcos que en el proyecto original demarcaban estos límites, el proyecto sigue vigente en una ciudad en crescente proceso de gentrificación.